jueves, 17 de noviembre de 2011

Una poca celebridad para todos. -Matt Morris


Nuestra segunda visita por Madrid con la clase de mitografías no empezó con mucha fluidez desafortunadamente.  Mi compañero y yo llegamos tarde al lugar de reunión, y cuando estábamos en el metro comenzó a llover con fuerza.  Así, estábamos completamente empapados de pie a cabeza al llegar al estudio de PKMN, creando un gran sentido de alivio y gratitud por el tejado del edificio, por lo menos.  Pues, la presentación del equipo de PKMN me sorprendió un poco, porque ellos no tiene nada que ver con lo que pensaría fuera un instituto arquitectural tradicional (como una empresa profesional con escritorios y trajes en vez de una asociación abierto e informal).  Pero,   actualmente estaba muy interesado en su trabajo y su arte, especialmente el concepto de integrar la cultura y la vida social con la arquitectura de la ciudad, de alguna manera dándole la vida que posiblemente ha perdido.  Me impresionó cuando nos dijeron su proyecto en el pueblo (se me ha olvidado el nombre) en Asturias que aparentemente según los demás de España “no existe”.  Sin embargo, cuando nos mostraron las fotos del proyecto de recrear los imágenes de toda la gente del pueblo me parecía gratificante y una buena manera de representar a la gente por la arquitectura directamente, en vez de solo usarla para representar a un líder o una religión.  Es por eso que usualmente no me gusta la arquitectura; no es expresión libre de nada porque depende en las leyes físicas del mundo y los temas bien recibidos por la sociedad en su momento.  Esto tiene razón, porque requiere bastantes recursos, dinero y labor para construir un edificio impresionante que sería completamente fatal si no fuera bien recibido por la gente estéticamente o- obviamente- si se cayera.  Por eso me gusta la idea de hacer los proyectos en que se puede experimentar más, y posiblemente ver lo que les cae bien a todos y usarlo como inspiración a construir en edificio, una adición permanente a la cara de la ciudad e indicador de su personalidad.  Además, me encantó la idea de votar para el “madrileño del año”, de dar una poca celebridad a un hombre/mujer regular de todas las maneras que tradicionalmente la evaluamos, pero que es extraordinario en mantener relaciones buenas con mucha gente.  En mi opinión, un actriz o músico famoso no hace el mismo impacto en la vida de cualquier persona que un amigo bueno, y me alegre de que haya un premio de reconocer ese tipo de extraordinariedad.

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1 comentario:

  1. Matt,

    Me interesan tus comentarios sobre la naturaleza de arquitectura típica. Nunca he pensado en la aceptación de un edificio por la gente. Pero creo que estás correcto cuando dices que en muchos casos, sólo es importante la opinión de la persona con el dinero. Me encanta el proyecto de PKMN en Asturias también, y sí, es claro que es de la gente. Yo sé que tu título, "Una poca celebridad para todos" tiene sus enlaces al otro tema que discutiste (El madrileño del año), pero creo que podemos aplicarlo a este proyecto, también. Cada persona de ese pueblo pequeñito tenía la oportunidad para ser un famoso!

    Sarah Burgart

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