martes, 8 de noviembre de 2011

Un Viaje a Munich--Por Miriam Fox




No puedo negar que yo visité a Munich porque todos mis amigos que están estudiando por el semestre en Europa querían ir a la famosa fiesta de la cerveza. He oído mucho sobre “Oktoberfest” desde estudiantes que fueron en los años pasados y por eso estaba muy interesada a verlo. En realidad, si no existe Oktoberfest, creo que no escogería viajar a Munich en vez de alguna otra ciudad Europea. Sin embargo, me siento muy agradecida que tenía la oportunidad de pasar algunos días en esta ciudad única.


            Llegamos al aeropuerto y fuimos por tren hasta el centro de la ciudad. Desde la estación de trenes, caminamos hasta nuestro hostal. Mi primera impresión de la ciudad era que hay mucho más gente que montan bicicletas que en Madrid y ¡se enfadan muchísima si estás caminando en su carril para bicicletas! Además, anoté que por lo general que las calles son más anchas que las de Madrid y también hay más tráfico en Munich. Después de que llegamos al hostal, fuimos a cenar y gozar de la gastronomía de Baviera. La comida típica de Munich es distinta de Madrid. Es conocido por la salchicha blanca, las grandes galletas saladas, el pollo asado y por su puesto la cerveza.
            Pasamos un día en la fiesta pero el domingo, yo y dos amigas decidimos a explorar la ciudad. Pronto descubrimos que con semejanza a Madrid, casi nada está abierto el domingo. Munich es una ciudad todavía muy tradicional y el domingo es un día que uno pasa en la casa y con la familia. Con suerte, encontramos una visita guiada a pie gratis. Duró tres horas y en este tiempo visitamos los lugares más históricos de Munich. Empezamos con quizás el sitio más famoso de Munich, el Glockenspiel, que está en el torre del nuevo ayuntamiento. Después entramos en la Catedral de Nuestra Señora, el Frauenkirche que es conocido por sus torres porque los Aliados los usaron como un punto de referencia durante los bombardeos de la segunda guerra mundial.



 Aunque las bombas que cayeron durante la guerra no afectaron a los torres de la catedral, la mayoría de la ciudad fue completamente destruido. Esta parte de la historia de Munich me parece tan interesante. Todos los edificios tienen un estilo antiguo pero en realidad son nuevos porque los arquitectos los reconstruyeron en la misma manera de cómo eran antes de la guerra. En comparación, aunque Madrid era también una ciudad que sufrió de un bombardeo, los lugares más históricos e importantes de Madrid sobrevivieron. Además, en general no hay el mismo esplendor de los edificios en Munich que existe en Madrid. En cambio, creo que Munich es una ciudad muy organizada y limpia con un enfoque en lo practico en vez de lo majestuoso. 


            Una semejanza importante entre Madrid y Munich es que los dos son ciudades marcadas por una historia de un dictador. Sin embargo, los dos tienen maneras muy distintas de cómo enfrentarse con este pasado. Debido a la Ley de Memoria Histórica, los símbolos franquistas y la evidencia física de la dictadura de Franco no pueden aparecer en público. En Munich, han decidido a preservar algunos símbolos y espacios importantes del dictador Hitler. Por ejemplo, hay una línea dorada en el suelo de un callejón donde pasaban los que no estaban de acuerdo con las exigencias de Hitler. También, hay una plaza famosa por ser el lugar donde Hitler pronunciaba los discursos a sus partidarios. Aunque es un lugar muy emocionante y difícil a ver por mucha gente, no lo han cambiado. Por final, si viajas una hora afuera de la ciudad, encontrarás Dachau, un campo de concentración que ahora es un espacio de entendimiento sobre el Holocausto. Nuestra guía de la visita explica la dificultad que la gente de Alemania todavía sienten de enfrentarse con el pasado trágico y las opiniones negativas desde otros países pero opina que es importante que puedan reconocerlo y seguir adelante. 






En resumen, la ciudad de Munich es muy diferente de Madrid en su historia, lenguaje, y también los ciudadanos. Por eso estoy muy contento que viajé a Munich para conocer una cultura distinta de lo que encuentro durante mis cinco meses en Madrid. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario