La visita a las oficinas de la arquitectura PKMN (pac-man) me encantó, no sólo por la amabilidad de la gente que trabajó allí sino también porque me interesaron sus proyectos. La conferencia, aunque pequeña, me mostró la variedad y originalidad de esta empresa. Primeramente, quiero decir que me gusta mucho el hecho de que no se limiten a Madrid; como hemos visto, tienen proyectos en cada parte del país, de las grandes ciudades como Madrid y Asturias hasta pequeños pueblos en el campo.
Pero lo que me impresionó lo más fue como eran concientes del efecto que la arquitectura puede tener sobre las personas. Uno de los mejores ejemplos de que hablaron fue la aleta de tiburón en el Parque del Retiro; cuando lo pensamos, es completamente imposible y absurdo que un tiburón podría ser en el Parque del Retiro, en el medio del país, pero todavía las personas se fliparon. El presentador nos explicó que psicológicamente, en casos así, nuestra mente ve la aleta, inmediatamente lo asociamos con el miedo (aunque si nunca hemos visto un tiburón en realidad) y nos afecta mucho de manera apropia. Este proyecto, aunque divertido, nos mostró algo que creo es clave no solo en la arquitectura sino en todas formas del arte: artistas quieren hacernos pensar en cosas, quieren que asociamos sus obras con lo que conocemos. Un edificio puede ser hermoso en si mismo, pero ¿por qué? Puede ser una belleza clásica, o el diseño puede hacernos pensar en algo que nos gusta (como la naturaleza, por ejemplo), o hacernos recordar una buena antigua memoria del pasado. Pero lo importante es que siempre asociemos lo que vemos en el presente a lo que ya conozcamos, lo que ya hemos visto. Los arquitectos de PKMN no niegan este poder de la asociación, y en su lugar lo buscan, como demuestran en el proyecto del tiburón.
PKMN también me hizo pensar en lo que es arquitectura. Normalmente, cuando pienso a la arquitectura, pienso en grandes edificios, fachadas, plazas, muros, parques. Por supuesto, este sigue ser un gran elemento de la arquitectura y PKMN tiene un montón de proyectos así, pero nos mostraron que no toda arquitectura necesita ser de gran tamaño, de algo permanente. Sus proyectos del tiburón y del “Madrileño del año” con las máscaras no tenían ningún aspecto tan clásico, pero todavía son proyectos arquitecturales: cambian el medio ambiente de una ciudad, cambian como vemos y interpretamos una ciudad, o para usar los términos de un texto que leímos muy temprano en esta clase, cambia como analizamos los símbolos de la ciudad. Por ver una aleta de tiburón en plena ciudad, o por ver la misma máscara de una persona en todas partes, necesitamos incluir estos nuevos símbolos en nuestra vista de la ciudad y por esto, es verdadera arquitectura. Al fin, creí que fue una conferencia apasionante y también muy divertida.
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