viernes, 11 de noviembre de 2011

El alma histórica madrileña - Courtney Matteson

            Cuando tenía 16 años, pasé un mes en España con un programa de estudiantes.  Nos quedamos en Madrid por dos semanas, y en Barcelona por dos semanas. Me encantó vivir en Madrid, pero no tuve la misma experiencia en Barcelona – no sentí tan cómoda, tan en casa que cuando estaba en Madrid. Cinco años después de esta experiencia, cuando fuimos a Barcelona el fin de semana quería saber si tenía la misma impresión. Resulta que todavía prefiero mucho Madrid; sin embargo, ahora entiendo mejor por qué.
Dos puntos sobresalen. Primero, Madrid tiene una cohesión entre sus calles, barrios y gente que me parece no hay en Barcelona. He hablado mucho en mis entradas al Blog de las personalidades distintas de los barrios de Madrid, pero antes de ir a Barcelona, no di cuenta de la conexión flúida entre ellos. Las calles de Barcelona no conectan como las de Madrid; los barrios de Barcelona sí tienen sus propias personalidades, pero no juntan. En otras palabras, en Madrid puedes andar de un barrio a otro, pero la apariencia de los edificios y calles no cambian mucho; todavía sabes que estás en Madrid. Sin embargo, mientras caminaba en Barcelona, andando de barrio a barrio sentía que salí de una ciudad y entré en otra. Toda la ciudad de Madrid tiene un encanto que no desaparece en ningún barrio.
Segundo, la tradición parece tener una importancia más grande en Madrid que en Barcelona. Vivo en Sol, donde el turismo florece y las empresas modernas tienen una gran importancia. A la vez, todavía en este barrio existen un montón de tiendas religiosas y tiendas que venden cosas tradicionales de Madrid. Cuando estábamos andando por Barcelona, tuve una conversación con Nuria de cómo no habíamos visto ni una tienda antigua en el barrio gótico; mientras los edificios son antiguos, son ocupados por tiendas nuevas que venden cosas de moda. En Madrid, se ve muchos restaurantes y tiendas que afirman que son del siglo XVII o XVIII; hay muchos comercios familiares – tienditas que tienen un pasado, una historia. Las empresas grandes y nuevas han absorbido las tiendas tradicionales. Entonces, mientras se puede decir que Madrid no es una ciudad antigua, creo que ha preservado mejor que Barcelona su encanto antiguo, su alma, y ha hecho un buen trabajo de honrar sus establecimientos históricos. La apreciación que tiene todos los madrileños para las tradiciones madrileñas es muy claro, y ahora tengo el mismo agradecimiento.             

Una tienda tradicional en el Barrio de las Letras en Madrid

El comercialismo y las empresas grandes en el centro de la ciudad de Barcelona quita un sentido de encanto y cohesión que Madrid tiene.






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