El paseo que tomamos por las calles de Madrid fue una experiencia necesaria para el resto de mi tiempo en Madrid. La perspectiva que la visita me enseño es algo que me va a ayudar desviar del familiar para buscar el desconocido. La razón porque yo digo esto es porque es muy fácil para mi crear una rutina y seguir viviendo el mismo ritmo sin cambiar mucho. Soy culpable de querer saber donde yo voy y cuando para la mayoría de mis “aventuras” en la ciudad. Entonces, la visita que tuvimos con nuestra clase, donde yo no sabia ninguna de los lugares ni la dirección que estábamos indo, fue una experiencia nueva para mi.
Además de aprender sobre sitios nuevos y sus historias, yo aprendí una nueva manera de ver una ciudad. Es importante mirar arriba, abajo y as veces, dentro de las tiendas y cafeterías que están localizadas en una área. Por ejemplo, cuando nuestra visita pasó por Sol y el Barrio de las letras, yo estaba fascinaba de todas las cosas que yo nunca había visto durante los millones de veces que yo había pasado por sus calles. Los monumentos, los versos en el suelo y los espejos deformados son detalles que mi rutina tradicional no agradecía. Ahora cuando yo camino en un barrio familiar, yo trato de seguir caminos nuevos por calles diferentes y discretas.
Mi sitio favorito de la visita fue la Tabacalera. El minuto que entramos en la antigua fabrica, yo estaba fascinada. Todo el arte, música y baile que existía en la Tabacalera fueron contagiosos. Había un sentido de comunidad. La gente que estaban usando la Tabacalera para crear una obra de arte o organizar un discurso tenían un respecto por el lugar como se fuese algo sagrado. Por lo tanto, yo tengo mucho respecto por la gente que contribuya a la sobrevivencia de un lugar público como la Tabacalera, pues es un recurso fenomenal para la gente. A pesar de que el sitio físico parecía un poco peligroso y extraño, yo no sentí ningún elemento de amenaza. Infelizmente, yo pienso que muchos madrileños deben juzgar la Tabacalera como un lugar para la gente alternativa y rebelde. Y para decir la verdad, yo pensé esto durante los primeros 5 minutos de la visita. Pero después de ver todos los personajes que estaban trabajando y disfrutando de la Tabacalera, yo realmente agradecí todo la pasión, amistad y trabajo que yo vi en la Tabacalera.
Chicos practicando el skate en la Tabacalera |
Viv,
ResponderEliminarYo también disfrutaba de la manera en que exploramos el desconocido en nuestro camino por el Barrio de las Letras. Había pensado que sería más de una visita guiada, pero el romper con la tradicional a mí me alegraba. Creo que es muy interesante que ahora vayas a escoger caminos nuevos - ¡qué aventurera!
-Krista White
Mi sitio favorito de nuestra visita era la Tabacalera también pero no la me gusta tan inmediatamente como tú. Al principio, la impresión que me dio el edificio antes de que entrábamos no era bien. De verdad, pensé que la Tabacalera sería un centro del arte y recreación que estaba abierto hace casi 10 años. No me imaginé que todavía está abierto y que hallaríamos tantas cosas impresionantes y interesante adentro. Después de empezar con opiniones tan diferentes, es interesante que al fin, este sitio era el favorito de la visita para nosotros dos.
ResponderEliminar-Jack Jamieson