“¿Nacionalismo de Madrid? Qué sería eso?” Estas palabras de Luis Antonio de Villena que leímos en su ensayo, “Esta hosca ciudad acogedora” me hacía pensar en la identidad de Madrid y lo que he encontrado aquí. Hace unas semanas, tuve el suerte de asistir un partido de fútbol de Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu. Ya sé que esto no se parece una “experiencia cultural” en el sentido tradicional. Pero, esa noche aprendí muchas cosas interesantes sobre esta ciudad. Creo que el orgullo y la emoción que vi en el estadio entre los hinchas de fútbol causarían una reconsideración de algunas temas que dijo Antonio de Villena.
Un aspecto del partido que me sorprendió era el hecho de que se pueda entrar con un montón de comida. En los Estados Unidos, normalmente es prohibido traer comida comprado afuera del estadio, una regla que me molesta mucho aunque yo entienda que sea una cuestión de beneficios para los vendedores de comida. Al comparar España y los EE.UU. en este aspecto de poder traer cualquiera comida al dentro del partido, España me parece mucho más “acogedora” que mi país. Se me ocurre que el permiso de traer comida es muy española porque aquí el comer es un aspecto importante de socialización. Aparte de la felicidad que se sentí al aprender la cantidad de comida mi madre anfitriona había llevado, me sentía también una unidad con la otra gente que comían mientras mirando el partido. “¿Estás comiendo pipas? ¡Yo también!”, quería decir a las personas que nos rodeaban.
Ahora, quiero enfocar más en el tema del partido a su mismo. Yo había oído muchísimo sobre el famoso Real Madrid, los jugadores expertos, y los aficionados dedicados; aún así, el nivel de energía que sentí allí fue increíble. En nuestra sección, había aficionados de Real Madrid y también el otro equipo – pero ese equipo también era de Madrid. Aunque había dos equipos en competición, y aunque se sentaron acerca de nosotras personas que querían que el otro equipo ganara, yo no percibí ningún sentido de hostilidad entre los dos lados. (La mayoría de la hostilidad fue dirigida a los árbitros.) Si Madrid fuera una ciudad hosca, o una ciudad fragmentado, no habría habido conversaciones ni encuentros corteses entre los dos lados de aficionados. De hecho, mi madre anfitriona tuvo muchas conversaciones con los hombres (del otro equipo) al lado de nosotras.
Al regresar al ensayo de Antonio de Villena, os quiero dejar con una cita: “A muchos, cuando llegan a Madrid y pasan aquí las primeras semanas, la ciudad no les gusta. Luego—casi siempre—se quedan en ella y con placer.” Primero, quiero decir que sí me gustaba Madrid desde el principio, pero podría ver como algunas personas no les gusta de una manera o otra. Pero, después de ir al partido de Real Madrid, y al mirar las interacciones y energía de la gente, y el hecho que se puede traer comida, ¿cómo no te encanta esta ciudad de Madrid?
No me gusta que no podemos llevar alimentos a los eventos deportivos en los Estados Unidos! Es ridículo. No he estado todavía, sino que simplemente este hecho realmente me dan ganas de ir a un partido del Real Madrid. Las similitudes de cómo vive la gente a través del deporte y aquí en los EE.UU. son muy ciertas, y es genial ver. Espero poder ir a un partido Real o Atlético, mientras que yo estoy aquí.
ResponderEliminar--Josh