Soy una foodie en todo sentido. Es decir, tengo una pasión exagerada por la comida. Me gusta leer libros de cocinas y ver programas del canal de televisión Food Network. Disfruto de salir a cenar en nuevos restaurantes y probar platos diferentes. Pero, sobre todo, me encanta cocinar. Por eso, al darme cuenta de que el programa de Duke in Madrid ofrece clases de cocina, me puso muy emocionada y me matriculé en la clase de inmediato.
El día anhelado de la clase, mis amigas y yo llenas de entusiasmo, nos reunimos en frente de Apetit’Oh, el taller de cocina. Al entrar, nos fuimos recibidas con cariño por el chef, una mujer amable con pelo muy rizado y una sonrisa grande. Ella nos dio nuestros delantales y nos pusimos manos a la obra importante, la comida.
Durante la clase, cocinamos tres especialidades de la cocina española: las patatas bravas, las croquetas de jamón, y la crema catalana. Habían muchos estudiantes en la clase y por eso, nos dividimos en tres grupos, cada grupo preparando una receta diferente. Afortunadamente, fui asignado a ser parte del grupo crema catalana (a mí me encantan los postres más que nada). Mientras cocinábamos, el chef nos enseñó las técnicas típicas de la cocina española y discutió la historia de los platos. La crema catalana, por ejemplo, es un postre que se come tradicionalmente el día de San José, celebrado el 19 de marzo. Hoy en día, se come la crema pastelera por todo el año pero particularmente durante las fiestas. Me interesa mucho la conexión entre la comida y los costumbres españoles, la manera de que la comida determina la vida.
Al fin de la clase, disfrutamos de la comida que preparamos— comiendo, literalmente, el fruto de nuestro trabajo. Todos los platos estaban muy ricos y me sentía una sensación de orgullo al probar la dulce crema catalana que hice. Sin embargo, lo que me interesan más de la comida son las relaciones que se hicieron en la cocina. Aunque muchos de los estudiantes no les conocían uno al otro antes de la clase, al fin de la hora, todos hablaban como si fuéramos gran amigos. Para mi, esto demuestra el poder de la comida- compartir la comida es un medida poderosa de crear y mantener relaciones. Aunque no la hemos discutido en clase, sugiero que la comida es una fuente cultural muy importante. Al igual que la literatura, el teatro, y el arte, la comida es algo que representa la historia y las tradiciones de un lugar. Anthelme Brillat-Savarin, una historiador prominente de la comida, plantea la importancia cultural de la comida cuando dice “tell me what you eat, and I’ll tell you who you are.” Esta clase que cocina ha sido uno de mis experiencias culturas más impresionantes y me ha mostrado un aspecto distinto de la vida española.
Rachel, como sabes, soy totalmente un “foodie” también. Estoy de acuerdo que la gastronomía forma una parte muy importante de cada cultura. Cuando he viajado a otros países, muchas veces la gente está muy emocionada a compartir su comida típica, a veces más emocionada sobre la comida que otros aspectos de su cultura. Además, creo que la gastronomía es importante en la tradición familiar. Mi madre es de China. Para ella y mi abuela, la comida siempre ha ocupado una parte importante de sus vidas, la relación entre ellas dos, y sus conexiones con China desde los EE.UU. ¡Espero que mi madre española comparta algunas de sus recetas conmigo antes de que salga en diciembre!
ResponderEliminar~Miriam Fox
Rachel, me encanta tu post, y estoy completamente de acuerdo contigo (y con Miriam) sobre el hecho de que la comida es parte clave de una cultura. Es por esto que siempre me interesó el concepto del turismo de comida, el turismo con la intención principal de ir de lugar a lugar para descubrir su comida. Esta actividad ha tenido mucho éxito históricamente y puedo comprender porque. Claro, si te vas a una ciudad o un país sólo para comer, no vas a aprender tanto sobre la cultura, pero si investigas un poco más y tratas de aprender la historia detrás de los platos tradicionales, y cuando y porque se comen, tendrás una mejora idea de la cultura en su conjunto. Rachel, tienes suerte, ¡estoy un poco celoso que fuiste a este evento! - Kevin Fertig
ResponderEliminarRachel-
ResponderEliminarTengo muchos celos -¡ no sabía que tuviéramos esta oportunidad! Sin embargo, soy tanta una "foodie" que tú - y entiendo completamente tu experiencia con la comida española. A mi me interesa mucha la tradición y la historia detrás de cada plato que se come, y también ha sido muy interesante como la comida sea muy distinto en cada región de España. Por fin, me encanta la cita que escogiste de Brillat-Savarin - creo que la comida de cada cultura nos da algo de ella, y aquello he visto comiendo por Madrid. - Courtney Matteson