viernes, 14 de octubre de 2011

El otro mundo de La Tabacalera - Jack Jamieson


            La parada de nuestra primera visita que me interesa más era el lugar de que escribí el párrafo por el resto del grupo, La Tabacalera.  Aunque exploré los datos y un poco información sobre el edificio antes de que llegamos allí, la experiencia todavía me sorprendió.  Mientras que leí y escribí sobre La Tabacalera antes de la visita, la imagen que tenía en mente era totalmente diferente del edificio y la pequeñita comunidad que encontramos.  Yo me esperaba un edificio moderno como un centro de recreo en los Estados Unidos que necesitas pagar por ser socio y usar el escenario del teatro, la pista de skate, la barra de estar, y todo el resto.  Lo que encontramos era totalmente diferente de mis expectativas.
            Cuando llegábamos, hallamos un edificio antiguo con una puerta cerrada que ha sido pintado y cubierto de folletos.  No podíamos entrar y yo pensaba que quizás la información en el Internet no tiene razón y el centro de recreo había cerrado hace muchos años.  Patricia no corrigió la información que leí por el grupo entonces, estaba muy confundido.   Siguiente, alguien viene para permitirnos a entrar La Tabacalera y a ese punto, no tenía ningún idea que sería adentro.

Por www.elpais.com

            A mi parecer cuando entramos esas puertas, no solo entramos La Tabacalera, entramos otro mundo.  Todo que me esperaba al entrar, era totalmente diferente.  Cuando me esperaba un sistema organizado para cambiar y alquilar libros con un escritorio y tarjetas de socio, encontraba una balda con libros sin organización.  Cuando me esperaba un escenario con arneses de seguridad por los espectáculos de circo, encontraba una sala con pedazos de tela colgando del techo.  Cuando me esperaba una barra de estar adentro con unos camareros, sofás y música, encontraba una barra afuera con varias botellas de alcohol y bebidas sin alcohol pero no había camarero ni ninguna sofá.  Cuando me esperaba salas organizadas para practicar el arte, encontraba varias salas en que puedes hacer el arte pero sin organización que yo podía ver.
            La Tabacalera me interesa más que las otras paradas durante nuestra visita porque estaba sorprendido durante y después de ver el edificio.  Mis expectativas eran muy diferentes en comparación con la visita en actualidad entonces este edificio era mi favorito del paseo por Madrid.  En La Tabacalera, hay todo que necesitarías para entretenerte por días y sobre todo, me interesa que la realidad adentro es tan diferente a las apariencias afuera del edificio.

Por Felipe Larraz (en Flickr)

1 comentario:

  1. Jack,

    Aunque yo no tenía ninguna idea sobre la Tabacalera antes de nuestra visita (investigué otro tema), me sorprendieron las salas, las actividades, y el arte a dentro, también. Estoy de acuerdo con tu comentario que el espacio dentro de los paredes de la Tabacalera es un mundo diferente. Especialmente debido a los otros sitios que visitamos, este edificio me parece muy extraño. Muchas de nuestras paradas eran de historia o símbolos muy conocidos de Madrid, pero esta era mucho más moderna y, me parece, un poco oscura. Tiene su propio sentido que era muy diferente que las cosas a fuera. Me gustan mucho sus últimas palabras: “la realidad adentro es tan diferente a las apariencias afuera del edificio.”

    Sarah Burgart

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