jueves, 20 de octubre de 2011

Una pasión persistente - Vivian Lorencatto


Después de leer lecturas como Luces de Bohemia de Ramón María del Valle-Inclán y "Héroes" de Arturo Barea, yo note un comportamiento común en los ciudadanos de Madrid. Las voces de los dos textos demuestran una fuerte pasión por la ciudad en formas positivas y negativas. Mientras el protagonista en Luces de Bohemia demuestra frustración con la historia de la Leyenda Negra y las consecuencias que han tenido en España, el texto de Barea habla de Madrid con más simpatía e orgullo. A pesar de que cada texto ilustre una opinión distinta sobre la ciudad, la pasión de hablar, criticar y mejorar la ciudad es un actitud presente en los dos textos, sino en los ciudadanos de hoy en día también.

En Luces de Bohemia, la opinión de Max, el protagonista, es muy negativa. Durante el texto, Max habla con mucha frustración de la injusticias del estado y en partes, llora "de impotencia y de rabia" (escena sexta). Max piensa que "el maldito de España" es un lugar horrible, y que la vida de los españoles "es un circulo dantesco" (escena undécima). A pesar de que Max demuestre una opinión pesimista, hay otros personajes que ilustran un amor por la ciudad de Madrid. Un ejemplo de esta perspectiva es la voz en el texto "Héroes" de Arturo Barea. Este texto hace parte de las historias de la vidas de los madrileños posguerra. Como en Luces de Bohemia, hay un sentido de pesimismo y frustración con la situación del país. Había mucha destrucción y muertes. Pero lo que es diferente en el texto de Barea es la simpatía que el hombre tiene por su ciudad. En varias partes, el hombre referir a Madrid como “mi Madrid” para demuestra su interés por el bienestar de los madrileños. El hombre busca la historia de la muchacha y tu padre y por consecuencia, ilustra el ambiente triste de la gente pero el sentido de comunidad que tenían para ayudar el uno a otro.

La tendencia de los madrileños a tener una fuerte opinión sobre el estado de su ciudad es algo que yo noto en mi día a día. Cuando necesito hacer lecturas, yo frecuentemente voy a una plaza cerca de mi casa. En este sitio, yo oigo varias conversaciones entre la gente de todas edades hablando sobre algún aspecto de la sociedad española. As veces están hablando sobre la educación, el tráfico o muchas veces, sobre el gobierno. Ayer había un grupo de tres hombres mayores discutido la política como se fuese un debate público en la televisión. La pasión que los ciudadanos tienen por lo que esta ocurriendo en su entorno es algo que no veo tanto en los Estados Unidos. Hay mucha gente infeliz, pero poca gente se reunido para tener una discusión o debatir opiniones. El motín reciente que ocurrió en la Puerta de Sol es otro ejemplo de cómo el público todavía tiene pasión y motivación para compartir sus ideas sobre su ciudad. Cuando yo estaba en el medio de la muchedumbre, yo estaba más emocionada con todos los tipos de gente que con los carteles. Había jóvenes, niños, ancianos y más; un tipo de reunión que raramente ocurriría en los EE.UU. Es inspirante saber que todavía existe ciudadanos con mucha frustración, amor y interés por su país.


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