Me gustó mucho nuestro primer paseo por las calles de Madrid con este curso, en mayor parte porque andamos por una parte de la ciudad que no ya había visto, y que en mi opinión posee mucha de la personalidad auténtica de ella. Pues, empezamos con la Puerta del Sol, donde de alguna manera o otra puedo encontrarme cada fin de semana aún sin tratar, como una luz brillante atrayendo la gente con ojos abiertos como insectos por la noche de verano. Pero, en vez de girarnos- como usualmente hago- a los otros lugares turísticos populares como Gran Vía o Plaza Mayor, caminamos al sur para los Barrios de las Letras y de Lavapiés. Al llegar en la Plaza de Santa Ana, me fijó en un cierto sentido de autenticidad que no existe en Sol; me parecía que había mas gente española, mas bares/restaurantes viejas y tradicionales, y edificios que valen mas por su historia que su esplendor. En particular me gustó poder pasar por el Ateneo de Madrid, porque por los retratos en las paredes verdaderamente se puede sentir su importancia, sirviendo como hogar segundo para unos de las mentes mejores de sus épocas respectivas. También me gustó ver las casas de Lope de Vega y de Cervantes, dos gigantes de la literatura del teatro que para mí fueron personalizados por ver las casas en que vivían, haciéndolos mas actuales y menos de leyenda. Es esta experiencia de leer sobre algo y después verlo en la realidad que me impresionó cuando vimos los espejos distorsionados en la calle de Álvarez Gato. Aunque no son los espejos actuales que influyeron Valle-Inclán, todavía llevan el efecto de conectar la Madrid de él y la en que vivimos, dándola una historia mas interesante. Otro lugar que me gustó mucho fue la Tabacalera, porque es un ejemplo perfecto de un lugar hecho por los jóvenes, para los jóvenes, y del uso de los recursos muy efectivo. Todas las paredes están pintadas con spray muy artísticamente, los talleres me parecían muy interesante, y también me fijé en un cuarto-caño; en total, es una zona caliente para toda la cultura joven. Además, me gustaba esa idea de la cultura activa en muchos de los lugares en los barrios que visitamos en el paseo la semana pasada, que son/eran hogares para la cultura madrileña verdadera. Por ejemplo, cuando pasé por el Palacio Real o algún catedral famoso, aunque hay bastante historia asociada con esos lugares, me parecían muertos, como reliquias preservadas de la España que ya no existe. Al contrario, cuando pasé por los lugares antedichos, me parecían no solo vivos, sino también representantes de la España que siempre existirá, porque tiene la habilidad de cambiar para ajustar al tiempo.


Yo también me gustó ver las casas de Lope de Vega y de Cervantes y dar una cuenta que cerca vivimos a centros de cultura importantes. Estos escritores son muy famosos y me disfruté ver donde vivían en Madrid.
ResponderEliminar-Gena Olan
Matt,
ResponderEliminarMe interesa lo que dijiste sobre la Tabacalera: "es un ejemplo perfecto de un lugar hecho por los jovenes, para los jovenes, y del uso de los recursos muy efectivo." Es posible que cuando fueras, la mayoría de la gente te parezca jovenes; pero, para mí, vi personas que sí, eran jovenes, pero también personas de varias edades, incluso algunos mayores y personas que tienen 30 años más que nosotros. Quizás fue hecho por los jovenes, pero yo diría que todos con el espiritú joven y vivaz pueden disfrutarse en la Tabacalera.
-Krista White