Cuando entro el mundo de los transportes, estoy en un mundo totalmente diferente que vivo en realidad. El metro y los autobuses hacen más que me transporten de un lugar a otro, me transporten al mundo nuevo mentalmente. Galdós trata de ese mundo de realismo mágico en “La novela en el tranvía” y crea una realidad donde no podemos saber cuál es verdadero. La historia que Galdós cuenta es algo que puede ocurrir en la mente pero la diferencia, en mi opinión, es que hay pocas personas que harían algo con las imágenes que han hecho con sus imaginaciones. Yo, personalmente, no creo que haría algo con una imagen tan loca en mi imaginación.
En realidad, con el metro o autobuses madrileños, cualquier persona que suba el tren o autobús puede actuar como una personaje en una historia si permites tu mente y imaginación va sin controla. Si no prestas atención cuando tomas el metro o los autobuses, tu mente tomará todo que te rodea y hará una historia que, con frecuencia, no tendrá ninguna base en realidad. Además, las nuevas tecnologías que tenemos para usar, más que los transportes como iPods y móviles, nos permiten usar nuestros cerebros por cualquiera usa. Nuestros cerebros se aburren cuando no los usan, entonces cuando no es necesario usarlos en los transportes hoy en día, irán sin controla y hacen historias locas con las “personajes” que nos acompañan.
La indicación que estoy entrando un mundo nuevo es que subo el volumen de mi iPod cuando entre un autobús o un tren del metro. Es necesario subir el volumen para que pueda oír la música porque el ruido de los dos es tan fuerte pero subo el volumen más que es necesario. Cuando entro los transportes, no espero que vaya a hablar con nadie. El volumen alto me permite a entrar un mundo nuevo donde no necesito hablar con nadie o pensar en nada específica. Si no estoy en los transportes, con frecuencia escuchará música también pero el volumen es mucho más bajo para que pueda oír cualquier palabra que alguien dice cerca de mi. En los transportes, me permito a entrar el mundo donde mi celebro puede relajarse y pensar en cualquier tema que quiere.
Al fin, hay diferencias entre el mundo que vivimos y el mundo que Galdós creó en “La novela en el tranvía,” pero también hay semejanzas. A mi parecer, la historia que Galdós cuenta es exacto y él tiene razón sobre los transportes pero la única diferencia es que él usó hipérbole cuando la escribió.
*la foto fue sacado por "milliped" de Flickr
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy de acuerda con su analisís del uso de hibérbole en la obra de Galdós. A menudo, al entrar en el trén de metro, me pierdo el texto de un libro o las letras de una canción. De esta manera, el metro es un lugar en que puedo escaparme de caos constante de mi vida y, como has dicho, entar en un nuevo mundo. -Rachel Apostoles
ResponderEliminar