Para esta entrevista, discutí las cuestiones sobre Madrid con mi familia española que incluye mi señora Tina Lorenzo, su marido Ignacio y su hijo—también universitario—Juan. Al momento de recibir esta tarea me di cuenta que ellos serían los candidatos perfectos para preguntar sobre un tema tan relacionado con la ciudad. En muchas comidas pasadas han mencionado su apreciación por Madrid. Por eso, pensé que preguntarles sobre algunos de los temas encontrados en nuestras lecturas (especialmente las más corrientes) implicaría una situación llena de mucho debate. Sin embargo me sorprendieron sus respuestas.
Primeramente les pregunté qué, para ellos, defina la ciudad de Madrid. Sin la menor vacilación los tres contestaron, “Las Cibeles”, seguido por risas sobre su sincronización no deliberada. Explicaron que Las Cibeles es tan significante porque es el lugar de reunión por toda la ciudad, que todo importante pasa en ese lugar icónico. Cuando gana Real Madrid, todos celebran en Las Cibeles. Cuando viene el Papá, todos van a la estatua para alcanzar a verle.
Próximamente mi familia respondió pregunta de qué a ellos les gusta lo más y lo menos de Madrid. El listado de gustas extendió por millas, revelando que a ellos le encanta estar en Madrid. Me dijeron que por lo que saben, todo el mundo le gusta bien Madrid. Veneraron la limpieza y eficiencia del metro, los otros métodos de transporte y los modos de comunicación dentro de la ciudad. Mencionaron el buen clima y el hecho que en Madrid tienen todo: comercio, museos, deportes, parques, cultura y seguridad entre otras características incontables. Y después de mi señora me dijo que no le parece nada inconveniente de Madrid, su esposo añadió, “Madrid no es París ni Roma, pero es más divertida.”
Les hice la cuestión que hemos visto en el artículo de Luis Antonio de Villena y asimismo en lo de Javier Marías que afirman que no verdaderamente existe una identidad o patria madrileña. Como ellos son tan orgullosos con respeto a Madrid y porque hablan tan bien de la ciudad, esperé que ellos encontraran esta declaración con indignación. No obstante, a mi sorpresa, estaban de acuerdo inmediatamente.
Dijeron que en Madrid, no hay un gran sentido de patriotismo. Ellos que viven en Madrid son madrileños, pero la mayoría de los habitantes son de provincias, de Galicia (como ellos) o de Asturias o Andalucía, y por eso, aunque les gusta muchísimo vivir en Madrid, no se sienten la patria como en comunidades como el País Vasco o Cataluña. Mi señora comparó Madrid con esas regiones diciendo que, “Nunca vería madrileños con las banderas en el aire.” Al fin me dijeron que ellos son gallegos sólo por su nacimiento; ahora son firmemente madrileños. A ellos no les parece tradicional ser de Madrid originalmente, y es esta mezcla de gente de todas partes que les gusta más.
Yo tenía la misma experienca con la cuestión que hemos visto en el artículo de Luis Antonio de Villena y asimismo en lo de Javier Marías que que dice que no existe una identidad o patria madrileña. Después de oir tan mucho mi madre le encanta Madrid, estaba muy sorprendida cuando ella estaba de acuerdo con esta idea. Por la misma razón de su familia-que nadie en realidad es de Madrid-mi Madrid también pensaba que personas aqui no se sientan tan fuerte por Madrid como otros lugares a pesar de hecho que la mayoría de personas le encantan vivir aqui.
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