jueves, 29 de septiembre de 2011

El cruce de los destinos en el transporte público - Molly Superfine


En “La novela en el tranvía” escrito por Benito Pérez Galdós, el protagonista viaje por la ciudad en un tranvía, hablando con gente, imaginando y casi viviendo una gran fantasía entretejida con su realidad actual. El tranvía funciona como el lugar de dónde viene toda esta fantasía.  Es la plataforma para su locura porque es donde él se encuentra con toda la gente con quien se relaciona.  Al principio, el protagonista habla con un amigo que le cuenta la historia de La Condesa. Después de esta interacción, el protagonista está obsesionado con la vida de la Condesa y se hace su vida, su tiempo en el tranvía, enfocada en esta historia. No sabemos sí o no él es consciente de esta creación de su realidad, pero lo imagina con mucha dedicación e intención.  
Aquí yo veo una semejanza con este tranvía y los transportes públicos hoy en día, en este mundo contemporáneo. Transporte pública les da a todos sus usuarios la opción de crear su propia realidad en el sentido que no se conozca a nadie.  Nadie sabe su personalidad, de dónde viene, ni adónde va.  Se puede ser cualquier persona que desea en el transporte público.  No es algo glamoroso (porque al fin todavía está en un metro o en un autobús) pero existe un sentido de libertad y tranquilidad con si mismo.  Cuando está en el transporte público, no tiene control del tiempo. En esta perdida de control, se puede descubrir libertad.  Pienso que el protagonista de “La novela en el tranvía” usa esta recién descubierta para la creación de su locura a través de la creación de su nueva realidad

Obviamente, la tecnología de las dos épocas de la historia y de hoy es muy distinta, y esa tiene un gran efecto en las interacciones que tienen la gente en el transporte.  Lo que no ha cambiado, y que espero nunca vaya a cambiar, es el misterio del transporte público como el único lugar donde viene cada gente de cada paseo de vida, de distintas profesiones, clases socioeconómicas, esquinas del mundo, y más. Este es el parte que a mí me gusta más sobre el metro de Madrid.  Cuando está usando el metro madrileño, está interaccionando con gente que tiene su propia historia y su propio destino.  Aquí con esta idea de las intersecciones de los destinos es donde existe el misterio del metro.  Literalmente cada usuario está viajando a algún sitio especifico y figurativamente porque tiene su propia plan para su vida, depende en sus creencias este destino está decidido por si mismo o por un poder más arriba.  Pero aquí en el metro, todo el mundo tiene un papel en el destino de cada otra persona. 
El protagonista de “La novela en el tranvía” por Galdós se usa este cruce de destinos para crear y vivir una nueva vida.  Los hombres con quien él habla, la pareja, y la mujer inglesa – cada persona añade algo a la historia de él, mientras que a la misma vez, mantenido su propio destino.  La gran semejanza entre el transporte de esta época en la historia y la de hoy es que, si solamente por un minuto, represente un papel en el destino del mundo en el metro.  ¡Que poder y que misterio!

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