miércoles, 28 de septiembre de 2011

Importancia de los transportes- Taylor Jones


“La novela en el tranvía” era una obra que cambió mi apreciación del sistema de los transportes públicos aquí en Madrid.  Hasta que llegó a esta ciudad, he usado el metro diariamente, y siempre he pensado en el metro como lo que me lleva a mis destinos y nada más.  Nunca he pensado en la función que tiene el metro o los autobuses para la ciudad entera. Al principio del relato, el protagonista oye un cuento de un amigo que encuentra en el tranvía sobre una condesa y su mayordomo.  Por el resto del paseo, el protagonista mira a las personas que pasan por el coche, cada vez dándoles identidades propias de cada personaje del cuento.  Aunque al final, el hombre se vuelve loco, sus acciones sirven como una hipérbole que refleja la realidad de la interacciones entre la gente.  Cuando vemos a las otras personas en el metro o en los autobuses, tenemos la oportunidad de enfocarnos en estas personas y analizarlas.  Siempre juzgamos a ellos y les atribuimos con orígenes y clases solamente de las apariencias que observamos.  Muchas personas piensan de este forma de estereotipo como algo malo que no debemos hacer.  En mi opinión, creo lo contrario.  Sí, no debemos modelar la manera en que tratamos a otras solamente de sus apariencias externas, pero creo que nuestras tendencias de observar a las otras personas y después de pensar en sus características y sus orígenes sin conocerles es inevitable, y de hecho es inherente. 
Estas formas de transportación si tienen el propósito físico de transportar los ciudadanos, pero además hacen un papel clave en unir la ciudad.  Hay muchas ciudades por el mundo como Madrid que contienen millones de personas.  Cada persona tiene su propia vida, y aunque todas viven juntas, nunca se interrelacionan con la mayoría de sus vecinos.  Los medios de transporte públicos, que son lo más comunes en las ciudades grandes, muchas veces son la única cosa que tiene la gente en común.  Cada persona más o menos usa esa transportación, y cuando la usa, disminuye el tamaño de la ciudad para que se pueda ver a la gente persona por persona y crear relaciones con ellos, aunque son muy breves.  Cada ciudadano comparte la ciudad con el resto, y eso es algo que todos tienen en común.  Creo que las relaciones interpersonales son esencial en dar la ciudad su identidad distinta, porque sin los ciudadanos, solamente es un montón de edificios y nada más.  Los ciudadanos dan la vida a la ciudad, y por eso, dan a la ciudad su personalidad.  Crean la cultura y la sociedad, y el transporte público es lo que junta la gente para que pueda ser una sociedad unida.  

1 comentario:

  1. Me gusta tu idea de que las conexiones interpersonales que existen en Madrid son lo que hacen que a la ciudad; que Madrid no seria Madrid si tu y yo no nos conociéramos, etc. Las intersecciones me fascinan también. También concuerdo con lo que piensas del transporte publico de Madrid: que es una muy buena manera de forzar intersecciones. Obviamente no todas serán importantes o duraran mas del tiempo compartido en el vagón del metro, pero aun así, por esos breves minutos la gente comparte un poco de vida y nunca se sabrá que impacto han tenido el uno sobre el otro.
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    Jacob Hanger

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