viernes, 30 de septiembre de 2011

La Complejidad del Metro

El metro de Madrid me parece distinto de cualquier sistema de transporte que he utilizado en toda mi vida.  Soy de un pueblo bastante pequeño en las afueras de Filadelfia donde no existe ningún tipo de transporte público salvo los trenes que viajan a unos pueblos vecinos.  Entonces, el metro me ha proveido con una experiencia nueva.

Aunque se ha publicado “La novela y la tranvía” hace más de cien años, hay ciertos temas de los que relata la historia que se puede aplicar a los medios de transporte más modernos, especialmente el metro, hoy en día. 

Por ejemplo, uno de los partes más recordables de “La novela y la tranvía” fue la descripción del movimiento física de la tranvía que se diferencia mucho de caminar por la ciudad.   Galdós utiliza mucha imaginería para detallar el efecto que el movimiento físico de la tranvía le produce al narrador.  En un momento, el narrador parece ser debajo de un mar profundo, en otro está volando y la ciudad va desapareciendo.   

Cuando estoy en el metro, hay un sentimiento extremamente única de ser ambos aislada del mundo y muy cercana y vinculada con la gente al mismo tiempo.  Me siento aislado por no poder ver dónde estoy, o sea el paisaje.  En el autobús o tranvía, se puede ver la ruta exacta que toma, aunque sea distorcionada.  Pero en el metro, debajo de tanta tierra, es imposible imaginar precisamente donde me ubico en cualquier momento.  La única cosa que me puede ayudar es el plano del metro, el que consiste en un red de líneas coloradas y entretejidas complejamente.  El plano me parece más como un tipo de puzzle o una obra de arte muy moderna que un esquema geográfico.  Para mi, es difícil conceptualizar que estoy tan debajo de las calles a que me trae el metro y que forman la ciudad de Madrid.  La red del metro, en un sentido, forma algo como su propia ciudad debajo de la ciudad real.  Me rompe la cabeza aún empezar a visualizar todo lo complejo que es.



Otra punto clave de la historia fue la descripción de cómo el narrador percibía a otros pasajeros.  Describió como le gustaba pensar de sus caras y imaginar las emociones suyas.  Para mi, el metro es un lugar excelente para mirar a la gente, aún más que el tranvía, porque en realidad no habría nada que mirar en los trenes del metro si no fuera por la gente.  Algo que distingue el metro de otras formas de transportación es que no se puede ver nada cuando está en tránsito menos la oscuridad de los túneles.  Por lo tanto, tiene sentido que la gente se siente vinculado.  Es considerablemente fácil escuchar a las conversaciones de gente desconocida y empezar imaginar a donde van. 

Sin embargo, estar tan cerca de la gente es tanta una bendición como es una maldición.  Todo se hace entrapado en los coches de metro.  Si hay olores o conversaciones o personas tocones que no quiero experimentar, es imposible evadirlos.  

Kate Gadsden

2 comentarios:

  1. yo también pensaba que el metro era una experienca nueva cuando llegué a Madrid y es algo que ha venido definir mi experiencia in Madrid. Aunque otras ciudades tienen subways or metros, nunca he visto una ciudad donde el metro es tan importante y tan parte de vida diara como aqui.
    -Gena Olan

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho tu punto sobre que es difícil imaginar exactamente dónde eres debajo de las calles cuando usas el metro. Mencionaste que es un poco distorsionado, y estoy completamente de acuerdo, especialmente cuando tenemos en cuenta el hecho que la mapa de la red de Madrid no es en la forma de la ciudad, y distorsiona las proporciones mucho. Por ejemplo, sobre el mapa, dice que Callao es de la misma distancia de Sol que Moncloa es de Arguelles (más o menos), cuando sabemos que simplemente no es la verdad. Las mapas del red son sólo para mostrar la ruta general, pero no podemos fiarnos en las mapas para saber exactamente dónde estamos.
    - Kevin Fertig

    ResponderEliminar