Cuando se habla de Madrid, sería una injusticia para la historia cultural de la ciudad y su crecimiento para no mencionar a Pedro Almodóvar. Después de un semestre de estar en una clase que se concentra en la Movida en los años posteriores a la caída del régimen de Franco, sea imposible para mí pensar en Madrid sin pensar en las películas de Almodóvar. No sólo las películas, sino también la evolución de su estilo y tema corresponden al crecimiento de Madrid. La mayoría de sus películas se basan en Madrid, y tanto su nombre y las mismas películas son emblemáticas de la ciudad. Más específicamente, la película de 1995 La flor de mi secreto tiene escenas que exploran algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. La escritora, Leo, vive y trabaja en la Plaza de la Paja, y una de las escenas con más encanto de la película consiste en bailes de claqué en la Plaza Mayor por la noche.
La flor de mi secreto de Pedro Almodóvar es uno de su más consciente meditaciones sobre el proceso de escribir y el papel del autor. Su participación en esta película se duplica en el sentido de que él mismo está examinando su papel como director, así como un ser creativo. En la película, Leo es una exitosa escritora de novelas románticas al borde de un ataque de nervios. Su seudónimo es Amanda Gris. A medida que la película comienza Leo se encuentra en medio de un matrimonio fracasado, y Amanda Gris y su contrato con su editor están bajo la amenaza de ser denunciado por este período oscuro en la vida de Leo. De hecho, ella confiesa a su editor que ya no puede escribir “rosa,” o las novelas románticas, porque todos vienen a "negro.” Su marido, Paco, un estratega de la guerra, va a luchar en una guerra mientras escapando de la de su propia casa. En medio de todo esto Leo se encuentra con la ayuda de un hombre llamado Ángel, que le ayuda a lidiar con su matrimonio fracasado, la difícil situación que está viviendo como un escritor, y cómo seguir adelante.
Aparte de la obvia conexión con Madrid, La flor de mi secreto es un símbolo de la ciudad en el sentido de que representa la complejidad que es inseparable de sus raíces históricas y actuales. Esta línea argumental retorcido y bobinado es típico de Almodóvar, y ha crecido hasta convertirse en tan interconectado con la ciudad que la toma de la película fuera de Madrid iba a cambiar su significado.
No he visto esta película en particular, pero completamente estoy de acuerdo de que no se puede mencionar Madrid- especialmente durante/después de la movida- sin hablar de Almodóvar. Sus películar captuan el espíritu rebelde y libre de la ciudad, dando al espectador la pasión que merece la ciudad de Madrid. He visto algunas de sus películas y siempre estoy de juego para otra!
ResponderEliminar-Matt Morris
Estoy de acuerdo contigo, Olga, y con Matt, que las obras de Almodóvar son indispensables para un buen conocimiento de lo que es Madrid. Creo que, más que todo, es porque el Madrid de Almodóvar es él de la ciudad bastante moderna, el Madrid que conocemos hoy (o, al menos para sus primeras películas, un Madrid que no está tan lejos en el pasado), y por esto podemos mejor identificarnos con lo que vemos en sus películas que en los textos de Galdós o Valle-Inclán, obras que describieron un Madrid tan real como él de hoy día, pero todavía un Madrid que ya no existe.
ResponderEliminar-Kevin Fertig